Según un informe elaborado por la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP), la caída productiva anual fue del 4%, mientras que las exportaciones registraron un descenso del 32%, también medidas en divisas
El 2019 fue un año recesivo, con alta inflación e inestabilidad cambiaria, algo que afectó directamente a la industria química y petroquímica. Según un informe de la Cámara que representa al sector, el año pasado las ventas medidas en dólares cayeron un 25% de la mano del desplome de las exportaciones como consecuencia de las debilidades de la demanda de las cadenas de valor a las cuales provee.
En ese contexto, el sector registró una caída productiva anual del 4%. Siguió la misma evolución negativa mostrada por Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) que cayó 6,4% en el 2019, según datos provisorios del Indec.
Las exportaciones mantuvieron una mecánica pendular a lo largo del año, terminando en terreno negativo, con una caída del 32% en dólares. Los tres primeros meses del año tuvieron una buena dinámica exportadora pero a partir de ese momento y con disparidad de valores las exportaciones del sector fueron en descenso”, afirmó la Cámara de la Industria química y Petroquímca (CIQyP) en un informe. Y añadió que la contracción se enmarcó en un contexto recesivo, por alta inestabilidad cambiaria y monetaria y con una tasa de interés que pasó de 50% a 68%.
El informe de la CIQyP destaca también que la balanza comercial de 2019 para los productos del sector, según datos preliminares, tuvo un déficit de USD 4480 millones, un 2% inferior a 2018.
Las exportaciones mantuvieron una mecánica pendular a lo largo del año, terminando en terreno negativo, con una caída del 32% en dólares
La apertura de la misma muestra una caída del 6% en las importaciones y un 12% en las exportaciones medidas en dólares.
“La aplicación de retenciones a las exportaciones industriales, los precios internacionales y la sobreoferta de productos químicos a nivel mundial, ha afectado sensiblemente al sector, dónde los exportadores llevaron adelante operaciones con el solo objetivo de cubrir costos fijos”, remarcó el informe.
Con respecto a la capacidad instalada, se confirmó la tendencia negativa de los meses anteriores. Para los productos petroquímicos básicos el año terminó con uso promedio del 58%, diez puntos porcentuales menos que 2018. En tanto, indicaron que la capacidad instalada para los productos de uso final mantuvo la misma tendencia y alcanzó el 80% en promedio, 5% menos que el año anterior.
En otro orden, en el sector de la Pequeña y Mediana Empresa Química, la producción anual creció un 8%, aunque las ventas locales (medidas en dólares) se redujeron un 5%. Mientras que las exportaciones de este sector mantuvieron una conducta irregular, mostrando en el acumulado del año un incremento del 5%.
Perspectivas del sector para 2020
La Cámara de la Industria Química y Petroquímica realizó un relevamiento entre las empresas del sector sobre las perspectivas para 2020, el cual arrojó que no se prevé un rápido cambio de tendencia “debido a que la demanda, aguas abajo, no mostraría rápidamente cambios en su desarrollo”.
Ante la consulta sobre cómo cree que la economía nacional acompañará el desarrollo de su negocio, el 50% de los encuestados consideró que de manera positiva, el 48% cree que no tendrá incidencia y el 8%, que tendrá incidencia negativa. También hubo paridad ante la consulta sobre la expectativa de las ventas durante 2020, ya que el 42% cree que aumentarán y el mismo porcentaje, que permanecerá igual.
Respecto a las exportaciones, el 60% coincidió en que se mantendrán estables, un 20% augura un descenso, un 10% que aumentará y un 10% que caerá abruptamente. Entre las principales limitantes del crecimiento destacaron las condiciones micro y macroeconómicas, y las restricciones al comercio exterior.
Tras un 2019 complejo, la industria química y petroquímica no ve un 2020 con demasiados cambios por la falta de demanda.
Con respecto a las posibles restricciones al crecimiento se enumeran varios factores entre los cuales se encuentran el control a las importaciones vía administración del comercio, el aumento en las retenciones en la parte agrícola y la caída de precios a nivel mundial, como factores externos.
“Otro factor externo de afectación al mercado local es el vigente conflicto entre EEUU y China, que podría implicar que plantas de otras regiones tiendan a colocar sus productos con regularidad en nuevos mercados; la amortiguación de esta situación estará dada por una criteriosa política de comercio internacional y un tipo de cambio que desincentive estas acciones”, advirtió el informe.
Sin embargo, destacó que “una recuperación de la economía local compensaría parte de esa situación por un mayor dinamismo del mercado doméstico, generando en el mediano plazo una posible suba de actividad”.
Según el director ejecutivo de la CIQyP, Jorge De Zavaleta, el 2020 «tendrá al sector en ‘varias velocidades’ debido a su accionar, cadena de valor en la cual están inserto los productos y afectación de las actuales condiciones locales e internacionales. El entorno micro y macro que condiciona el mercado local, el acceso al crédito y capital de trabajo, la presión tributaria, el tipo de cambio, las retenciones, el control de importaciones, excedentes de capacidad a nivel mundial y baja demanda local pareciesen limitar una rápida salida del terreno negativo”.